martes, 8 de diciembre de 2015

Conflictos entre Reus Vilaseca y Salou




Tarragona y vilaseca, han sido dos poblaciones enemigas implacables de Salou. Veamos en que ha podido consistir esta implacable enemistad, especialmente por lo que a Tarragona se refiere, ya que sobre la cuestión entre Reus y Vilaseca por la propiedad de la aduana de Salou, no media relación alguna entre la capital y las localidades pleitantes.
Desde luego, Salou nquedó incluido dentro del territorio del campo de Tarragona y por consiguiente comprendido en la donación otorgada a la Mitra arzobispal por el conde 
Ramón Berenguer III, ya que los límites de dicho territorio llegaban por aquella parte hasta el coll de Balaguer, inclusive. 
De ahí que la primera donación de Salou hubo de concederla el normando Roberto de Aguiló, a quien el arzobispo San Olegario había cedido parte de sus derechos, a fin de repoblar el país constando que en 24 de julio de 1152 donó a Pedro Rasura el término de Salou para que cerca del mar, fabricase un castillo y erigiese una villa. Anulada la donación del normando, quedó libre la comarca y quiso disponer más tarde de ella el rey don Alfonso II, en favor de su alferez mayor, Jimeno de Artusella, pero, esta concesión fue declarada nula, por no haber intervenido en el contrato el arzobispo de Tarragona.
Continuó pues, Salou formando parte del territorio de Tarragona, de que era dueña la Mitra arzobispal y como no se presentó nuevo pretendiente, Salou, lo mismo que vilaseca, Barenys, Guardamar y otros poblados de los alrededores de su término municipal,
constituyeron lo que en la Edad Media las faldas o arrabales de la ciudad. 
Como  consecuencia de lo expuesto, los condes de Tarragona eran los únicos que ejercían juridisción administrativa en Salou; a los vegueres correspondía la judicial y al gobernador del campo las demás funciones del poder, sin que intervinieran para nada los jurados de Reus, limitados a su término, que no confinaba con el de Salou, con la juridisción
restringida que poseían a consecuencia  del señorío especial de aquella ciudad, de juro esclesiástico.
Son no pocos los hechos especiales que podrían consignarse que confirman que las autoridades de Vilaseca, bien directamente, bien por delegación otorgada al baile de Vilaseca, entendían en la defensa y vigilancia de la costa y playa de Salou, en los negocios
de embarque y desembarque de mercancías, en los asuntos de Sanidad y en los demás que afectaban al trafico de Salou, el punto más concurrido para la extracción de frutos del país y llegada de cargamento de trigo, de casi toda la costa catalana, cuando la escasez obligaba a buscar en otros paises la cantidad necesaria para alimento de los hornos. 
A aquel puerto y playas hizo afluir la ciudad de Tarragona caminos más o menos cómodos desde Tortosa, Montblanc, La Segarra y otros puntos, a fin de facilitar el comercio del país. 
El primer choque ocurrido entre Reus y Vilaseca provino, no con motivo del transito del camino llamado del Carro, sino por la construcción de dicho camino, para quitar el negocio mercantil a Vilaseca o por lo menos hacerle la competencia en el citado negocio, constando que en 1451 los consules de Tarragona, con algunos hombres, el síndico y el abogado de la ciudad hicieron dos viajes a Vilaseca del Comú para ver la cuestión del camino del carro
que pasando cerca de de su término, suponiendo un gran perjuicio puesto que los marineros y mercaderes que venían a Salou, no se paraban en Vilaseca, sino que continuaban el camino hacia Reus Aquella caricia de los reusenses a los vecinos de Vilaseca, parece que no es un título muy honroso para demostrar la intervención sobre la playa de Salou y aún cuando se indique que el resultado de la contienda fue el fin favorable a Reus, dictándose sentencia en 1514, puede confirmarse  que el hechono es exacto, pues la sentencia se refería a un asunto que sostenían los campicolas, capitaneados esta vez por Reus  contra la ciudad de Tarragona, sobre cierto impuesto para las obras del muelle y sobre la prohibición de los consules de embarcar y desembarcar en Salou, sin satisfacer los pueblos el citado impuesto. 
Aquella cuestión la terminaron radicalmente los piratas argelinos que durante el dominio
de la dinastía Austríaca convirtieron la playa de Salou en casi una estación naval, acabando con el comercio en dicho punto y con la escasa población cristiana que allí se había formado, si que bastara la construcción de la torre llamada de Carlos V, que vino a sustituir a otra más antigua de cuya existencia se tienen datos desde el siglo XIV a impedir la estancia de numerosos galeotes de moros que a cada paso anclaban en dicha playa.
Del abandono de Salou, se aprovechó la población de Vilaseca, convertida en universidad, con aumento de sus habitantes, ya que a ella habían pasado los Barenys Guardamar y Salou, asoladas sus viviendas por los corsarios, para pedir y obtener de Felipe III un privilegio de cobro de los derechos que tenían señalados el embarque y desembarque en la playa de Salou, privilegio concedidoel 19 de julio  de 1599, durante su tránsito de Barcelona a Tarragona, Tortosa y Valencia.
En 1673, Vilaseca, recibe del arzobispo Fr,Juán Enmanuel y Espinosa la unión de su término con el de Salou y Barenys y el prelado D. Manuel de Samaniego y Jaca, en 1726 la cesión de los derechos de embarque y desembarque en Salou, que se había reservado la Mitra, pues los concedidos por Felipe III se limitaron a los pertenecientes a la corona y como las leyes dictadas por Felipe V y sus hijos, tendieron nuevamente a fomentar el tráfico mercantil, el comercio de frutos que se hacía en Reus por delegación de los almacenistas de Barcelona, dió pretexto a nuevas cuestiones entre Vilaseca y Reus para el pago de las gabelas(impuesto sobre la sal), que la primera exigía, naciendo de ello varias cuestiones que dan cuenta las alocuciones de una y otra población, por punto general, favorables a Vilaseca, según testimonio de varias sentencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario