martes, 3 de marzo de 2015

Salvador Gisbert Jimeno

Salvador Gisbert Jimeno

(1851 - 1912) 


Este artículo está dedicado al pintor y escritor turolense Salvador Gisbert Jimeno, que nació en Blesa (Teruel-España) en 1851 y murió en Teruel en 1912. 
Vivió gran parte de la primera parte su vida en Blesa, donde pintó y dejó varias obras en alguna de las casas con más personalidad del pueblo, además de divulgar la historia y leyendas de su pueblo en su obra escrita.
Este destacado artista del período de entre siglos (el XIX y el XX) es muy poco conocido, incluso en el ámbito de los especialistas, principalmente porque permaneció en su tierra, en la provincia de Teruel, en lugar de establecerse en alguno de los grandes centros culturales españoles o extranjeros.  Nuestro artista fue ilustrador y pintor (realizó pintura mural, religiosa, histórica, la de "género", paisaje, retrato). El estudio mencionado en la bibliografía, dirigido por la profesora Concha Lomba, también destaca a este personaje por su vertiente didáctica y su defensa en pro del patrimonio artístico y etnológico turolense.
Salvador Gisbert. Autoretrato
Retrato de Salvador Gisbert, h. 1890
Óleo sobre lienzo, 17x5 x 13,5 cm.
Colección particular.

Biografía sucinta
Como hemos dicho, nació y vivió su adolescencia y juventud en su localidad natal.  En Blesa se conserva aún la casa familiar en la que creció y se inició en su dedicación artística, así como la que él mismo mandó construir una vez alcanzada su mayoría de edad, situada en la calle Mayor. En ambas fachadas campea su anagrama -una S y una G entrelazadas a la manera clásica-, empleado ocasionalmente como firma en algunas de sus obras; en su casa como siglas de Salvador Gisbert y en la casa familiar como las siglas de su mentorSantiago González
"De sus años de juventud entre las calles de nuestro pueblo, y sobre todo entre sus gentes, encontró el joven Salvador los modelos para crear un sinfín de personajes que se desarrollaron en sus creaciones ulteriores, así como de sus paisajes y pueblos cercanos.  Gisbert volvería una y otra vez a su pueblo natal, donde concibió algunos de sus mejores lienzos".
Tuvo la suerte de contar con un padrino, Santiago González y Pascual, culto y también pintor y escultor, que le inició en la pintura, sus técnicas y le proveyó de material.  Santiago González nació en Loscos y posteriormente se instaló en Blesa, donde realizó varias pinturas murales en su casa construida en 1848.
Los primeros dibujos del Salvador veinteañero se conservan en sus álbumes de dibujo.  Sus primeros trabajos consistieron en la decoración de la vivienda familiar, que fue completando a medida que transcurría el tiempo, aun cuando se hallaba instalado en Teruel.  Fue Salvador el que al parecer decoró algunas de las casas solariegas del lugar.  Su formación cultural fue sólida.  En 1876 fue a Madrid para completar su aprendizaje académico, donde permaneció tres cursos, volviendo a Blesa durante las vacaciones.  Aquí realizó sus primeros encargos pictóricos junto a Santiago González, para la iglesia y el convento de la Concepción de Calamocha.

Firmas de Santiago González y Salvador Gisbert en 1870 en un documento por un trabajo realizado en Calamocha. Cedido por Félix Gisbert
Posteriormente se instaló permanentemente en Teruel, retornando regularmente a Blesa.  Por aquel entonces la pintura no era por sí misma un medio de vida, a pesar de los encargos regulares de las instituciones y las iglesias, por lo que trabajaba como delineante al servicio de la Diputación Provincial de Teruel, en la que medró y desarrolló una importante tarea, y también ejerció de profesor de dibujo. 
En 1882 ya estaba colaborando como dibujante en Teruel (como por ejemplo, en Revista del Turia 15/09/1882, pág. 9) donde publican una litografía de un dibujo suyo, con motivo del establecimiento de la primera litografía de la ciudad de Teruel (fundada por los hermanos Santos y Silvestre Lartiga).


Lema y siglas de Salvador en la fachada de la casa que se hizo en 1884 en Blesa, en la calle Mayor, nº 1

Calle de Blesa, 1877
Calle de Blesa, h. 1877
Acuarela sobre cartón, 15x12 cm.
Firmado SG, en áng. inf. izqdo.
Colección particular
A lo largo de su carrera apenas participó en cuatro certámenes regionales o nacionales de pintura, pero a pesar de serle otorgada alguna medalla, como la conseguida en 1885 por su lienzo Un bautizo, que reproducimos más abajo, no le reportaron atención alguna. 
En 1891 era miembro de la Junta Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Teruel en cuyo cargo solicitó la declaración de monumentos nacionales para las torres mudéjares de San Martín y El Salvador.
En 1897 se convirtió en presidente del Círculo de Obreros Católicos de Teruel, una organización ligada al Catolicismo Social, (lanzado tras la encíclica Rerum Novarum de 1891) en el que parece ser el único foco de obra sociales de la provincia en ese primer periodo. Tenía por objeto el socorro de socios, la instrucción (de mano de las escuelas nocturnas)(6).
Varios años después de su muerte, acaecida en 1912, recibió su único homenaje, a su trayectoria, en la llamada Exposición Artística de Teruel, donde varios artistas aragoneses expusieron obras propias junto a una antología de la obra de Salvador Gisbert. 
De los seis hijos que tuvo en su matrimonio tres continuaron con la afición artística.  Salvador, el más notable, Antonio, que fue escultor y su hija María de forma más esporádica. 
De su labor artística encontramos huellas allá por donde se estudia la sociedad turolense de su época. Al parecer diseñó suyo unas vidrieras de una iglesia turolense. También se aprovecharon de sus cualidades como dibujante muchas publicaciones y otros elementos como la siguiente curiosidad que transmite una imagen que imaginamos en una calle:
"En el escaparate de la imprenta donde se edita esta revista está admirando el público el bonito trabajo pintado en pergamino por el reputado artista D. Salvador Gisbert, del título de socio de mérito conferido por la Sociedad Económica al Ilustrísimo Sr. Obispo. Enhorabuena para nuestro Prelado, merecedor de tales distinciones, para la Económica que ha tenido tan buena idea, para el artista que ha tenido tan buen gusto y para todos los amigos del arte y del país que desean que estos trabajos se repitan.". El Ateneo. nº 4 (Teruel 15 de septiembre de 1892).
Hemos hallado en el diario "La Crónica", de 16 de octubre de 1912, la noticia de su muerte dos días antes.
"Hoy ha sido conducido a la última morada el cadáver del notable pintor y delineante de la Excma. Diputación D. Salvador Gisbert.
La conducción ha sido una manifestación de duelo, viéndose entre la concurrencia personal de todas las clases sociales, demostración cierta de las muchas simpatías y admiraciones que gozaba el finado en esta capital, y a las que se había hecho acreedor por la bondad de su carácter.
A su viuda D.ª María Garzaran, sus hijos Josefina, Salvador, Santiago, María, Antonio y José María y demás familia, enviamos nuestro más sentido pésame.
" M. Abril. 14/10/1912
No sabemos la causa de su muerte pero estuvo enfermo al final de sus días, en el mismo diario el día 12 se publicaba que "se encontraba gravemente enfermo desde hace unos días", deseando un periodo de mejoría que finalmente no llegó.
Un año antes estaba en activo, pues figuraba en los anuarios de comercio en las secciones de: "Profesores de dibujo" (afincado en Pl. Tremedal), donde sólo constaba uno más; en la sección dibujantes, junto a otro más, y en la sección de "Pintores artístas", donde figura él y su hijo Salvador Gisbert Garzarán (afincado en la P. Glorieta). Además era vocal de la comisión de monumentos históricos, junto a otros vocales electivos como Pascual Barberán, Juan Cabré, Severiano Doporto, además de otros cargos políticos provinciales.


Su labor recopiladora
Pero como muestra de la amplia actividad cultural desarrollada por Salvador Gisbert basten las muestras siguientes.
En el libro de Ossorio que recopilaba a los periodistas del siglo XIX se cita a Salvador Gisbert (Pág. 172) como "Laureado pintor y periodista; redactor que ha sido de “Heraldo de Teruel” de “Alcañiz” y actualmente de “Diario de Teruel(1).
Siguiendo esta información y gracias al gran proyecto de digitalización de hemerotecas hemos podido leer el "Heraldo de Teruel" y hallar en esta publicación los siguientes trabajos:
- Numero 5, 31 de octubre de 1896. "Recuerdos" sobre una posible historia o leyenda de un inmigrante francés en el pueblo de Blesa. [Puede leerla aquí]
- Número 22. 27 de febrero de 1897. "Paisaje", con un gran dibujo de Gisbert.
- Número 53. 2 de octubre de 1897. "Cosas de mi tierra. La loca de..." en que narra una historia que por lo poco que tiene de original, bien pudiera estar basada en un hecho real, como una sucesión de dos crímenes pasionales. No quiere citar el lugar, pero el propio Gisbert firma y escribe en primera persona y da su relación con los fallecidos y la mujer superviviente. Es inquietante lo que puede leerse.
Leyendo un libro actual de Agustín Ubieto Arteta, titulado "Leyendas para una historia paralela del Aragón Medieval"(2), en busca de leyendas localizadas en Blesa o su entorno, encontré que varias de ellas estaban extraídas de artículos que Salvador recopiló y publicó en"Revista del Turia" o el "Heraldo de Teruel" a finales del siglo XIX.  Algunas de las leyendas eran: "La reconquista de Villel", "Los Luna y los Urrea, enfrentados", "La resistencia heroica de Bueña", "Los amores de Berenguer de Azlor y Aldonza de Entenza", provenientes de Villel, Zaragoza, Bueña y Montalbán respectivamente.
Y es que su labor escrita está dispersa por diversas revistas que fueron surgiendo en Teruel en aquellas décadas, como "El Ateneo","Miscelánea turolense""La Esperanza", además de las mencionadas en el párrafo anterior, así como otras más.  Sus artículos nos interesan tanto como sus ilustraciones, porque en su doble faceta de pintor/dibujante y recopilador de la cultura e historia turolense, escribió artículos que tocan a Blesa y Teruel muy directamente, al recopilar la historia turolense y leyendas y tradiciones populares.
Destacar el relato que tituló "COSAS DE MI PAÍS ¡LOS CONSTITUCIONALES!" y que publicó en Revista del Turia. Teruel. 1886. nº 18, 15 de septiembre de 1886 que incluye datos sobre la vida de Santiago González insertos en un hecho que seguramente este vivió en 1823, durante el final del Trienio Liberal de 1820-23. Este relato lo hemos reproducido, inserto en un estudio sobre lo que hemos podido recopilar sobre dicho periodo en la zona geográfica de Loscos-Huesa-Blesa y sus comarcas. Puede leer dicho artículo aquí.
En el Ateneo publicó varios relatos, uno de los cuales (El cementerio) puede leer en esta misma página (www.blesa.info).
De sus relatos de leyendas y tradiciones populares, dice Concha Lomba «que solía emplear personajes que le eran próximos, casi familiares».  Por ella sabemos que el polifacético Salvador Gisbert recogió la leyenda asociada a la Cruz del Hituelo en una de sus obras sobre leyendas y cuentos aragoneses.  En el exhaustivo trabajo que sobre Salvador publicó esta investigadora, cita una de sus muchas colaboraciones.  Salvador, junto a Federico Andrés, publicó un libro titulado "Leyendas y tradiciones turolenses por... Obra ilustrada con profusión de grabados originales del Sr. Gisbert y otros dibujantes".  Casi todas las ilustraciones eran de Gisbert, realizadas entre 1899 y 1901, entre ellas tres para la leyenda titulada "la Cruz del Hituelo" y dos para "La peña del mudo", que también está ambientada en Blesa.
Según escribió Concha Lomba, viendo el libro y sus ilustraciones «La calidad del más de medio centenar de dibujos es notabilísima, convirtiéndose muchos de ellos en verdaderos cuadros costumbristas inspirados en una zona geográfica que el autor conocía bien -Blesa y sus entornos- y en composiciones históricas otros...».  Por otra parte, la investigadora menciona que la calidad de la impresión era mala y las ilustraciones pequeñas, pese a lo cual no cabe duda de que ese libro tiene un interés muy alto para recuperar parte del pasado de Blesa.
De Salvador se conservan más ilustraciones que cuadros, pero el valor de muchas de ellas trasciende ahora el meramente artístico.  El estado actual del castillo de Peñaflor, en Huesa del Común, es bastante desolador y lejano al que en algún momento debió tener.  La asociación cultural, que tiene el mismo nombre que su castillo, buscaba y busca fotos o ilustraciones antiguas que permitiesen recordar su aspecto, y las que han hallado hasta ahora son dibujos que Salvador Gisbert realizó en 1882(3).
Un curioso trabajo es el que emprendió en 1896, realizando y publicando en Heraldo de Teruel la historia ilustrada de los amantes de Teruel, con viñetas alusivas a cada escena, trabajo que no sabemos si completo, pues sólo la hallamos desde el nº 1 hasta el nº 27 y la colección que consulté no era completa.
Como recopilador de historia y defensor del patrimonio
De la recopilación histórica nos interesa muy particularmente su síntesis "Historia del Común de Huesa", publicada entre 1881 y 1882 en la revista turolense "El Turia". Fue reeditada por la Asociación Cultural Castillo de Peñaflor en 2006. En ella se salvaguardaron decenas de datos de documentación antigua que no han llegado a nuestros días sobre la historia, de la honor de Huesa, la antigua honor feudal donde se inscribían los pueblos próximos a Huesa del Común. Ha sido reeditada en una edición crítica en 2013, realizada por Javier Lozano, donde se comparan sus afirmaciones y se corrigen errores y completan datos(4).
Como nos ilustra Concha Lomba, al frente de la Junta Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos, en representación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, participó entre otras cosas en la declaración de Monumento Nacional de las torres del Salvador y San Martín de Teruel.
Alguna otra labor suya, ahora disimulada en el tiempo, fue el conocer y seguramente informar al arqueólogo Joan Cabré (1882-1947), cuando en los albores del siglo XX estuvo realizando el “Catálogo Monumental de Teruel”, obra magna en la cual hay bastantes fichas de arqueología y arte de Blesa (platería, pintura gótica, descripción de piezas arqueológicas no halladas hoy). Y ha quedado constancia de tal relación por el estudio de una pieza, una escena medieval en una placa de plata, que formó parte de un cofre con historia que se hallaba en la iglesia de Montalbán, que ha descrito Pedro Luis Hernando Sebastian, y donde se menciona que fue de S.Gisbert y que este se la mostró a Cabré para su catálogo, junto a los detalles de que disponía(5).
EL RELATO DE S.GISBERT

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