lunes, 7 de octubre de 2013

Guerra de Irán-Irak


I: Ayatolá Jomeini
El conflicto entre Irak e Irán se remonta a 1971, cuando ambos países rompieron relaciones a causa de un conflicto territorial. A finales de esa misma década, Saddam Hussein, creyendo que las fuerzas iraníes estarían debilitadas tras la revolución de 1979 que había derrocado al Sha, y pensando en que occidente le apoyaría, inició la reconquista de los territorios disputados.
El 16 de Septiembre de 1980, las fuerzas Iraquíes, con más de 200.000 hombres, entraban en la provincia de Juzestán, donde Hussein esperaba encontrar el apoyo del pueblo, algo que no sucedió. Aún así, no pensó en ningún momento en cesar su empresa, y mantuvo su avance para conquistar tanto Juzestán como Shatt al-Arab, los dos territorios que Hussein creía que pertenecían legítimamente a Irak.
Pocos meses antes, en noviembre de 1979, el Ayatolá Jomeini había declarado que un país con 20 millones de habitantes debe tener 20 millones de soldados, pensando que así un país nunca sería destruido. De ese modo, para todos aquellos que no tenían las condiciones de edad adecuadas para formar parte del ejército (los menores de 18 años y mayores de 45 años), decidió crear el Basij Mostazafan, literalmente “la movilización de los oprimidos”. Con este movimiento, Jomeini pretendía suplir las carencias de la milicia iraní.

Tras la invasión por parte de las tropas Iraquíes, Jomeini llamó a las milicias, así como a los voluntarios alistados en el Basij, para que se desplazasen al frente de lucha. En poco tiempo, aprovechando el parón del ejército Iraquí al no encontrar apoyo en los territorios ocupados, Irán reunió gran cantidad de soldados y jóvenes voluntarios en lo que se convirtió en un frente de 300 Km de lucha.
La experiencia militar se decantaba por parte de Irak, pero la fuerza humana estaba de parte de Irán. Tan sólo los campos con minas Iraquíes impedían el paso de los soldados iraníes. El ejecito de Jomeini probó con todo tipo de animales para detonar las minas y permitir el paso de los soldados, pero todos los animales huían al ver la explosión de algún otro. Esto supuso que Jomeini llevase a cabo un plan sólo a disposición de los regímenes fundamentalistas.
Importó de Taiwán 500.000 llaves de plástico y fueron dadas a los niños que formaban parte del Basij. Estos se las colgaron del cuello, y se les dijo que las llaves que llevaban colgadas eran llaves que les servirían para entrar en el paraíso. Los niños ocuparon las primeras líneas de fuego, y se les mandaba marchar en formación a través de los campos de minas mientras entonaban cánticos relacionados a la Batalla de Karbala, en la cual uno de los más importantes mártires chiítas había sido torturado y asesinado.
II: Joven miembro del Basij (1981)
Miles de niños miembros del Basij fueron utilizados en el enfrentamiento, siendo uno de los hechos que permitió a Irán recuperar el territorio ocupado por los Iraquíes en tan sólo dos años. La guerra se alargó durante siete años más, en los que se estima que murieron entre ambos bandos más de medio millón de personas, sin terminar con ningún vencedor.
Si bien los niños del Basij no pasaron inmediatamente a la historia, los años y declaraciones de veteranos de guerra han hecho que recobren importancia. Uno de los testimonios más estremecedores apareció en un periódico iraní, Ettelaat:
En el pasado, hemos tenido niños voluntarios de 14, 15 y 16 años. Caminaban por los campos minados. Sus ojos no veían nada. Sus oídos no escuchaban nada. Y entonces, unos momentos después, se veían nubes de polvo. Cuando el polvo reposaba de nuevo en el suelo, ya no había nada más que ver de ellos. En algún lugar, muy disperso en el paisaje, yacían cachos de carne y trozos de hueso.

Antes de adentrarse en los campos de minas, los chicos envolvían sus cuerpos en sábanas y rodaban por tierra, para que las partes de su cuerpo se mantuvieran juntas después de la explosión de las minas y alguien pudiera llevarles al cementerio
Otro no menos espeluznante apreció en el año 2002 en el periódico alemán Frankfurter Allgemine:
Los jóvenes limpiaban el campo de minas con sus propios cuerpos. Algunas veces era como una carrera. Incluso sin las órdenes de los comandantes, todos querían ser los primeros
El sacrificio de los miembros del Basij fue dantesco. Supuso entonces, y aún lo hace a día de hoy, un motivo de orgullo nacional. Tras el final de las hostilidades contra Irak en 1988, el Basij no se extinguió, si no que su influencia y número fue a más. Han desarrollado un cuerpo anti-vicio para mantener la ley del Islam en Irán, y su élite de “unidades especiales” ha sido usada como tropas de choque contra las fuerzas antigubernamentales. Ejemplos de estos los podemos encontrar en 1999 y 2003, cuando el Basij fue utilizado para solventar las revueltas estudiantiles.

III: Miembros del Basij
Como nota final, desde la Guerra de Irán-Irak, varias organizaciones internacionales entre las que cabe destacar Human Rights Watch y Amnistía Internacional han denunciado públicamente al Basij. Aún así a día de hoy sigue teniendo un gran apoyo por parte de los altos mandos iraníes, sobre todo por parte del actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, el cuál fue oficial de reclutamiento de miembros del Basij durante la Guerra de los años 80.

No hay comentarios:

Publicar un comentario