miércoles, 17 de abril de 2024

Catalunya, la meva residència




Estimo la meva terra, la del baix Aragó, que jeu mirant-se en l'eternitat, per passar que és viure. En canvi, n'hauria de dir (de la qual habito durant 58 anys) que és sobretot residència i solar. A Catalunya la veig habitant entre les muntanyes i el mar, parcel·les de terreny preciosament cultivades.
Catalunya és una terra sucosament accidentada, dolçament abrupta; però n'hi ha també una altra: una feliç federació de propietats rústiques, d'horts amb acurat cultiv, d'amables vessants, amb terres esponjoses, amables per al pagès; un pagès molt curiós. I en un i altre cas, al fons, sempre el mar.
Quina força la del mar! ell dóna a Catalunya una aparença illenca, tan rica, tan diversa.


martes, 16 de abril de 2024

Romance a mi padre (Ramón Bonachí)



Comiste con los platos repletos de agonía
y bebiste miserias de una dura posguerra,
se te quemó la piel cantando cara al Sol
y guardando silencio mas allá de la puerta.
Quizá por ser muy joven te vi con otros ojos
y me olvide del miedo que sufrías de cerca,
tal vez por eso mismo faltaban los “te quiero”
tal vez por eso mismo sobraba andar a ciegas.
Pero a pesar de todo, crecí en un buen entorno
nunca entraron en casa las sonrisas impuestas ,
tu me pusiste el nombre y luego el apellido
y le diste un motivo a mis palabras huecas .
En esa cara oculta (que descubrí mas tarde)
estaban los esfuerzos de comidas y cenas,
un cariño escondido sufriendo por los suyos
y soportando heridas quizá más de la cuenta.
Que pena la impotencia de este sentir tan mío,
ahora que te entiendo me corroen las quejas ,
lamento ese vacío que puse entre tus manos,
pues hoy es el vacío que mis manos sujetan.
Aunque ya sea tarde, el sentido de culpa
me invade en lo profundo, pasados los sesenta,
si he logrado momentos de paz y de cordura
todos llevan tu nombre corriendo por mis venas.
Repleto voy de errores desde recién nacido,
repleto de recuerdos que dan vueltas y vueltas;
todos te dan las gracias por llenarlos de gozo
aunque llegue tan tarde el valor de la ausencia.

Madrigal a la luna (Ramón Bonachí)



Luna que vas de blanco,
amante del poeta a cualquier hora,
asomas sigilosa desde el flanco
oscuro, de una nada seductora.
Luna creciente o bien luna menguante,
musa de Federico
y de la sangre roja del Camborio.
Intensa y penetrante
con un místico tiempo transitorio
que llena el infinito de luceros
para que no te sientas nunca sola;
serán tus compañeros
hasta que el sol despierte a la amapola
y esconda una figura
que tanto, por su aspecto, a cautivado
a todo soñador enamorado.
.
Fotografía y poema Ramón Bonachí.

domingo, 14 de abril de 2024

POEMAS DE GARCÍA LORCA



Adam